

Si un hombre cualquiera, incluso vulgar, supiera narrar su propia vida, escribiría una de las más grandes novelas que jamás se haya escrito (Giovanni Papini)
Me llevas a cenar a un cubano, a mi primer cubano, al mejor cubano de Madrid y del Mundo porque tú estás a mi lado. Cenamos correctamente y descubro que la angostura se puede emplear en algo útil, tal vez me compre una botella a medias con Nacho. El hará ese cóctel con Whisky y yo mis mojitos queridos.
Mojitos, no van a ser suficientes para soportar dos meses de parada de planta bajo el sol los meses de julio y agosto... Pero no nos perdamos.
Sábado, señora de la limpieza, arreglos, compras, lluvia y hasta granizo camino de La Latina. Menos mal que te has comprado un paraguas. Vaya aguacero... Hemos tenido suerte, parece que para, sí ahi están Leonor e Isa. Hola cuanto tiempo, vamos a tomar algo. Foie y Magret, no gracias, chicos de Cádiz tampoco, mejor una Playstation.
Vamos a casa, no hay metro, cojamos el bus, de nuevo soy borrego. Tenías un plan, no pudo ser, nuestro templo tendrá que esperar. Quedémonos es casa, tranquilos y solos. Una buena película, unos buenos kebaps y tú, es mucho más de lo que quiero.
Ya es domingo, vamos a comer: La Panza es lo Primero. ¡Guey..., vaya sitio..., macanudo! Ya son casi las seis, mi calabaza se marcha.
No soporto separarme de tí...
20 de abril del 90...
Adios chata, ¿Cómo estás...?
La imágen inferior volví a verla hace un par de días en casa de Ana junto con un montón de viejos recuerdos.
Pasad buena noche de viernes...